INTRODUCCIÓN
⌅La Sierra del Escambray, se localiza al norte de la provincia Villa Clara, domo de Cubanacán o alturas de Santa Clara, erróneamente confundida con el sistema montañoso Guamuhaya que se ubica al sur de la región central de Cuba, entre las alturas de Santa Clara y el mar Caribe. Los indígenas que habitaban la zona antes de 1492 la conocían como Guamuhaya. Chomón (1960)Chomón F. 1960. Comandante Enrique Villegas: primer organizador, primer mártir y primer combatiente del Escambray. Periódico Combate. refiere que es un error histórico debido al desconocimiento de la toponimia de la zona, donde se pretendía iniciar la guerra revolucionaria en esa región, lo que conllevó a que se empleara desde esa fecha el toponímico Escambray para denominar al macizo de Guamuhaya.
Las características de la red de escurrimiento hidrológico y el comportamiento climático, entre otras, le imprimen al macizo de Guamuhaya altos niveles de vulnerabilidad ante el desarrollo de procesos degradantes (Martínez, 1994Martínez JM. 1994. El sistema de asentamientos en zonas montañosas de Cuba: un ejemplo en el Municipio Segundo Frente. En: Sistema de Asentamientos y de Desarrollo Regional, Editorial Academia.). La pérdida de la diversidad biológica en este macizo es un fenómeno provocado principalmente por la explotación irracional de los recursos naturales (suelo y bosque), constituyendo un serio problema para la seguridad alimentaria de quienes viven en esta zona y para la protección y conservación de su diversidad (Zamora, 2001Zamora I. 2001. Características Naturales. En: Informe Científico Técnico Los Sistemas Montañosos de Cuba: Delimitación e Importancia: Macizo de Guamuhaya. Instituto de Geografía.).
Para disminuir el nivel de degradación por la erosión de los suelos se propusieron medidas de conservación, en alrededor de 200 hectáreas, de áreas cultivables muy próximas a la zona de amortiguamiento del área protegida Reserva Ecológica “Lomas de Banao” (Bonachea, 2013Bonachea E. 2013. Contribución de la cooperativa de créditos y servicios fortalecida “Conrado Benítez García” a la protección y conservación de la diversidad biológica en áreas del macizo montañoso de Guamuhaya. Programa de Pequeñas Donaciones. Fondo Para El Medio Ambiente Mundial Programa de Las Naciones Unidas Para El Desarrollo. ). En las últimas décadas se observan signos de deterioro ecológico poniendo en peligro el reservorio de la diversidad biológica, el sustento hídrico de la población y de las tierras cultivadas (Díaz Gispert et al., 2013Díaz Gispert LI, Portela Peñalver L, Cabrera Álvarez E, Gutiérrez Sánchez OJ. 2013. Evaluación del manejo integrado del ecosistema montañas Guamuhaya, provincia Cienfuegos, Cuba. Revista Universidad y Sociedad. 5: 1-10.). Por su parte, otros estudios realizados en el territorio, además de aportar información sobre la composición y funcionamiento de sus hábitats (García et al., 2001García JP, Orozco A, Bécquer E. 2001. Estudio de la flora y vegetación de una localidad cársica de la Reserva Ecológica "Alturas de Banao", Sancti Spíritus. Revista del Jardín Botánico Nacional. 22: 49-65.; Bécquer, 2004-2005Bécquer E. 2004-2005. Espermatófitos de las alturas cársicas Tetas de Juana, Alturas de Banao, Cuba Central. Revista del Jardín Botánico Nacional. 25-26: 87-101. ; Escobar, 2018Escobar G, Díaz JM, Cantero FR, Martín R, Borges E, Pérez Y, et al. 2018. Ordenamiento ambiental, Región Especial de Desarrollo Sostenible Guamuhaya. Proyecto GEF-PNUD Un enfoque paisajístico para conservar ecosistemas montañosos amenazados, La Habana., Pérez et al., 2022Pérez J, López A, Echevarría R, Oviedo R, González MT, González Oliva L. 2022. Endemismo vegetal en el distrito fitogeográfico Guamuhaya (Cuba Central). Acta Botánica Cubana. 221: https://cu-id.com/2402/v221e03.; Ricardo et al., 2023Ricardo N, Echevarría R, González MT, Hechavarria L, Ventosa I, Pérez J, Albert D, Baró I, Cabrera JL. 2023. Actualización de la flora del macizo montañoso Guamuhaya, Cuba. Acta Botánica Cubana. 222: https://cu-id.com/2402/v222e06. ), permiten visualizar la situación real del estado de conservación y deterioro del macizo montañoso Guamuhaya.
Con estos antecedentes se confirma la necesidad de intensificar los estudios y monitoreos de los ecosistemas naturales de este territorio. Por ello, el objetivo de este trabajo fue profundizar en el conocimiento de la flora amenazada del macizo montañoso Guamuhaya que sirva de información básica para que se conciban planes de acción dirigidos hacia la conservación de la flora y de los recursos naturales que atenúen la continua afectación de sus ecosistemas.
MATERIALES Y MÉTODOS
⌅Caracterización físico-geográfica del territorio
⌅El macizo montañoso Guamuhaya está situado, a los 21º59'05'' N, 80º07'57'' W y 21º98'47'' N, 80º13'25''W, al sur de la región central del archipiélago cubano, limita al norte con las Alturas de Santa Clara, al este con los valles del río Zaza, al oeste con las proximidades del río Arimao y al Sur con la Fosa de Jagua, en el mar Caribe. Con una extensión y ancho aproximado de 80 km, ocupa una superficie de 1642.4 km², su altura máxima se localiza en el Pico San Juan a 1140 msnm (Ricardo et al., 1998Ricardo N, Vilamajó D, Montes L, Duarte M, Jiménez Y. 1998. Flora del macizo montañoso Guamuhaya, Cuba. Acta Botánica Cubana. 117: 1-28. ). Ocupa una superficie de 1576.5 km² (alrededor del 11% del área montañosa de Cuba), integrado por áreas de tres provincias y cinco municipios: Cienfuegos (con el municipio Cumanayagua), Sancti Spíritus (con partes de los municipios Fomento, Sancti Spíritus y Trinidad) y Villa Clara porción sur del municipio Manicaragua) (Escobar et al., 2018Escobar G, Díaz JM, Cantero FR, Martín R, Borges E, Pérez Y, et al. 2018. Ordenamiento ambiental, Región Especial de Desarrollo Sostenible Guamuhaya. Proyecto GEF-PNUD Un enfoque paisajístico para conservar ecosistemas montañosos amenazados, La Habana.).
Las cadenas de alturas y llanuras, sobre las formaciones plegadas que se desarrollan, se reflejan como casquetes tectónicos calcáreos, hacia las partes más altas del macizo, de manera que la estructura de mantas tiene solo expresión local y no determina el cuadro morfoestructural general del macizo. En el Oligoceno se conformaron como morfoestructuras con sus límites y estilos similares a los actuales, en ellas se distinguen los tipos genéticos de montañas en los sistemas de cúpula-bloque, antiformas que se corresponden con levantamientos del Mioceno superior en forma de cúpulas, con una compleja estructura interna (Arcia et al., 1997Arcia M, Barranco C, del Busto R, Cañete CC, Cotilla MO, González EC, et al. 1997. Estudios sobre geología de Cuba: características geólogo-geográficas de Cuba. Disponible en: http://www.red.ciencia.cu/geo.biblio/paper/1997/ (consultado: agosto de 2022).).
Los suelos tienen una estrecha dependencia con la litología, el relieve y el clima. De acuerdo a la clasificación genética de los suelos de Cuba, realizada en el macizo en el año 1971, predominan los suelos latosólicos menos evolucionados, pardos tropicales típicos y humificados, calizos pardos y rojos, gley tropicales típicos y montañosos rojo amarillento típico, predominando los suelos calizos que ocupan alrededor de 1309 km2, constituyendo el 56.7% del área total del macizo (de la Colina, 1999De la Colina AJ. 1999. Cambios en la cobertura y el uso de la tierra: direcciones geográficas de investigación en el escenario regional del Caribe y Cuba. Contribución al conocimiento de su geografía. La Habana. Disponible en: http://dspace.geotech.cu/jspui/handle/123456789/35 (Consultado: junio del 2023).).
El clima en la región se rige por la dinámica de los procesos atmosféricos y los factores que determinan la zonalidad altitudinal, sus variaciones espaciales se vinculan con las particularidades físico-geográficas del territorio, donde las diferencias altitudinal y exposicional determinan las variaciones en los elementos climáticos. El relieve determina una disminución gradual de los valores medio mensuales y anuales de la temperatura del aire. Los meses de julio y enero se destacan como los de mayor y menor temperatura media del aire, respectivamente; en julio, en el Pico San Juan y sus inmediaciones, la temperatura media es inferior a 20°C, mientras en las cimas de mayor altitud de las Montañas de Sancti Spíritus se presentan entre 16°C y 18°C, aumentando hacia los territorios de menor altitud donde supera los 26°C. La temperatura media anual en los territorios que se encuentran sobre los 900 m de altitud es inferior a 19°C y en la franja inferior de las macropendiente meridional supera los 25°C, mientras que en la baja de la septentrional oscila entre 23-25°C.
Por su parte, las precipitaciones están entre los elementos climáticos de mayor variabilidad temporal y espacial en el macizo montañoso Guamuhaya. En el temporal se distingue por su estacionalidad, en dos períodos bien definidos, el lluvioso y el poco húmedo; se destaca el mes de junio con 25% (de la norma anual) como el más lluvioso, mientras que diciembre y enero presentan el 1.5% y el 3% respectivamente. Las mayores precipitaciones (2000 mm) se localizan en las zonas más elevadas y las inferiores en la franja costera del grupo montañoso Trinidad con valores inferiores a los 1000 mm (Blanco et al., 1999Blanco P, de la Colina A, Cutié F, Durán O, Geler T, González J. 1999. Caracterización Geográfica del Grupo Guamuahaya. Informe Científico Técnico. Instituto de Geografía Tropical, La Habana, Cuba. https://www.researchgate.net/publication/283078686.). Hernández-Sosa et al. (2018)Hernández-Sosa M, Planos-Gutiérrez EO, Boudet-Rouco D. 2018. Influencia de los factores físico-geográficos en la configuración espacio-temporal de la lluvia: Estudio de casos en Cuba. Revista Cubana de Meteorología. 24: 61-74. señalan que en este macizo la lluvia aumenta en la ladera norte a partir de los 100 msnm, a razón de 2 mm cada 50 m hasta llegar a los 900 m de altitud; mientras en la ladera sur disminuyen paulatinamente en igual proporción.
La vegetación
⌅En Guahamaya la vegetación natural está representada por bosques latifolios perennifolios (bosque pluvial montano, siempreverde mesófilo submontano, micrófilo costero y subcostero y de mangles) y subperennifolios (semideciduo), vegetación acuática, comunidades herbáceas y complejos de vegetación (complejos de mogote, de costa rocosa y de costa arenosa). En la vegetación seminatural predomina la secundaria constituida por bosques, matorrales y comunidades herbáceas; en la vegetación cultural se destacan plantaciones forestales, principalmente, de Pinus caribaea Morelet, Eucalyptus sp., Talipariti elatum (Sw.) Fryxell, Casuarina equisetifolia L., que pueden aparecer mezcladas, o presentarse en el sotobosque de cafetales o frutales, en esta región también se localizan cultivos de caña de azúcar, cítricos, pastos, arroz y cultivos varios (Pérez et al., 2022Pérez J, López A, Echevarría R, Oviedo R, González MT, González Oliva L. 2022. Endemismo vegetal en el distrito fitogeográfico Guamuhaya (Cuba Central). Acta Botánica Cubana. 221: https://cu-id.com/2402/v221e03.).
Muestreo de la flora
⌅El inventario de la diversidad florística se realizó en numerosas expediciones al macizo montañoso Guamuhaya, durante los años 2013 y 2021 utilizando transectos de 5 m de ancho por 20 m de largo, se revisaron los especímenes depositados en la base de datos del Herbario Onaney Muñiz (HAC) del Instituto de Ecología y Sistemática. Se consultaron las publicaciones de Matos et al. (2011-2012)Matos J, García R, Torres A, Más Castellanos L, Romero M. 2011-2012. Flora espermatófita del área protegida “Hanabanilla” en la región montañosa del Escambray, Villa Clara. Revista del Jardín Botánico Nacional. 32-33: 125-144., Ramírez y Castañeda (2017)Ramírez JA, Castañeda I. 2017. Caracterización de la flora sobre serpentina al norte de la provincia de Sancti Spíritus, Cuba. Acta Botánica Cubana. 216: 42-54. y Escobar et al. (2018)Escobar G, Díaz JM, Cantero FR, Martín R, Borges E, Pérez Y, et al. 2018. Ordenamiento ambiental, Región Especial de Desarrollo Sostenible Guamuhaya. Proyecto GEF-PNUD Un enfoque paisajístico para conservar ecosistemas montañosos amenazados, La Habana.. Se reportan los táxones infragenéricos por divisiones, familia, género, endemismo, especies y categoría de amenaza. Se utilizó las categorías de endemismos propuestas por López Almirall y Duarte (2022)López Almirall A, Duarte S. 2022. El endemismo en la flora de las montañas cubanas. ECOVIDA. 12: 160-179., el estado de amenaza de las especies según la Lista Roja de la flora vascular cubana (González-Torres et al., 2016González-Torres LR, Palmarola A, González Oliva L, Bécquer ER, Testé E, Barrios D. 2016. Lista roja de la flora de Cuba. Bissea. 10 (NE 1): 1-352.) y se actualizó la nomenclatura taxonómica de los espermatófitos según Greuter y Rankin (2022)Greuter W, Rankin R. 2022. Plantas Vasculares de Cuba. Tercera edición, actualizada, de Espermatófitos de Cuba. Botanischer Garten und Botanisches Museum Berlin, Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana. DOI: https://doi.org/10.3372/cubalist.2022.1..
RESULTADOS
⌅En el macizo montañoso Guamuhaya se evaluaron, según el estado de amenaza, cuatro divisiones, 73 familias, 145 géneros, 225 táxones y 116 endemismos. De este conjunto, el 66.9% están catalogados en estado de preocupación menor (LC) y el 7.4% aún no cuentan con datos suficientes (DD) para su clasificación según el grado de amenaza (Fig. 1A, Anexo 1). Predominan las divisiones con táxones amenazados: Magnoliophyta con 60% de familias, 36.2% de géneros, el 25% de táxones, 55.6% de endemismos y Monilophyta con el 44.4% de familias, 38.3% de géneros, 25.9% de táxones, 61.5% de endemismos (Fig. 1B).
Al analizar los táxones amenazados, se consideró la categoría NT (casi amenazado) porque están indiscutiblemente amenazados, están representados por familia en el 33.1% CR, 22.6% A, 19.3% EN, 12.1% VU, 12.9% NT; por género en el 31.5% A, 29.2% CR, 17.3% EN, 8.9% VU, 13.1% NT; por táxones en el 39,1% A, 24.9% CR, 16.9% EN, 10.2% NT, 8.9% VU; y por endemismo en el 41.4% en A, 31% CR, 13.8% EN, 8.6% VU, 5.2% NT (Fig. 2). Por división, la mayor cantidad de familias con especies amenazadas se muestran en la Tabla 1. En Magnoliophyta el 9.6% de las familias (Asteraceae, Euphorbiaceae, Fabaceae, Melastomataceae, Orchidaceae, Rubiaceae, Urticaceae) aportaron 26.2% de los géneros, 77.8% de los táxones, 89.6% de los endemismos amenazados, mostrando el 52.3% de A, 14.3% CR, 2.6% EN, 15% VU, 43.5% NT; en Monilophyta, el 4.1% de las familias integraron 5.5% de géneros, 13.3% de táxones, 4.3% de endemismos, con categorías de amenaza del 14.3% en CR, 39.5% EN, 35% VU. Los géneros con mayor cantidad de táxones amenazados representan el 4.8% del total de los géneros, Asplenium, Thelypteris y Miconia con 4.4% de especies cada uno, Pleurothallis y Pilea con 4.1% cada uno, Rondeletia y Erythroxylum 1.8% cada uno. En total presentan el 9.3% de A, 4.4% EN, 4% en CR y VU, 0.4% NT (Tabla 2).
División | Familia | Género | Taxon | Endemismo | A | CR | EN | VU | NT |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Lycopodiophyta | Lycopodiaceae | 1 | 2 | 1 | 1 | ||||
Selaginellaceae | 1 | 2 | 2 | 2 | 2 | ||||
Magnoliophyta | Asteraceae | 8 | 8 | 6 | 4 | 1 | 1 | 2 | |
Euphorbiaceae | 4 | 7 | 4 | 4 | 1 | 2 | |||
Fabaceae | 8 | 10 | 4 | 6 | 1 | 1 | 2 | ||
Melastomataceae | 2 | 12 | 5 | 8 | 2 | 1 | 2 | ||
Orchidaceae | 3 | 9 | 3 | 8 | 1 | ||||
Rubiaceae | 10 | 14 | 9 | 8 | 2 | 1 | 3 | ||
Urticaceae | 3 | 8 | 6 | 8 | |||||
Monilophyta | Aspleniaceae | 3 | 12 | 1 | 5 | 4 | 3 | ||
Pteridaceae | 4 | 8 | 1 | 2 | 5 | 1 | |||
Thelypteridaceae | 1 | 10 | 3 | 6 | 3 | ||||
Pinophyta | Zamiaceae | 1 | 3 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Géneros | A | CR | EN | VU | NT |
---|---|---|---|---|---|
Asplenium | 4 | 3 | 3 | ||
Thelypteris | 1 | 6 | 3 | ||
Miconia | 7 | 1 | 1 | 1 | |
Pleurothallis | 6 | ||||
Pilea | 6 | ||||
Rondeletia | 2 | 2 | |||
Erythroxylum | 1 | 1 | 2 |
En Lycopodiophyta se presentó el 1.7% de los táxones endémicos amenazados, en Magnoliophyta el 89.6%, Monilophyta el 6.9% y Pinophyta el 1.7%. Se presentaron las categorías de A con el 41.4%, CR 31%, EN 13.8%, VU 8.6%, NT 5.2%; de Cuba Central 40.5% de endemismos, 25.9% de pancubanos, 11,2% de disyuntos de Cuba Central y Cuba Oriental y el 22.4% de Cuba Occidental y Cuba Central (Fig. 3).
DISCUSIÓN
⌅En el macizo montañoso Guamuhaya se cuantificaron 225 táxones amenazados lo que significó el 10.5% del reportado para el país al compararlos con los datos de González-Torres et al. (2016)González-Torres LR, Palmarola A, González Oliva L, Bécquer ER, Testé E, Barrios D. 2016. Lista roja de la flora de Cuba. Bissea. 10 (NE 1): 1-352. quienes compilan la categorización de 4627 táxones, de ellos 2417 endemismos, y acotan que el 46.3% de las especies evaluadas tienen alguna categoría de amenaza, correspondiendo el 64.7% a especies exclusivas del archipiélago cubano. En el macizo las categorías de amenaza representaron el 7.5% de A, 9.8% CR, 15.3% EN, 13.2% VU. De los tres principales sistemas montañosos del país Guaniguanico (región occidental) y Guamuhaya (región central) son los más relacionados florísticamente (Borhidi, 1996Borhidi A. 1996. Phytogeography and vegetation ecology of Cuba. Akademiai Kiadó, Budapest.). Al comparar la composición florística entre ellos se observan marcadas diferencias. Ricardo et al. (2020)Ricardo N, Hidalgo-Gato MM, Ley Rivas JF. 2020. Cordillera de Guaniguanico: Componentes de la Diversidad Biológica. Editorial AMA, La Habana. relacionan en la cordillera de Guaniguanico el 9.7% de táxones amenazados, de ellos 6.8% A, 10.2% CR, 18.5% EN, y 15.2% VU.
López Almirall (2005)López Almirall A. 2005. Nueva perspectiva para la regionalización fitogeográfica de Cuba: Definición de los sectores En: Llorente J, Morrone JJ. (eds.), Regionalización biogeográfica en Iberoamérica y tópicos afines afines: Primeras Jornadas Biogeográficas de la Red Iberoamericana de Biogeografía y Entomología sistemática (RIBES XII.I-CYTED), 417-428, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciencia y Tecnología para el Desarrollo UNAM, Facultad de Ciencias México, DF., al analizar la flora de las montañas cubanas, señala que la máxima semejanza que presenta Guamuhaya es con la Sierra del Rosario al compartir 14 táxones infragenéricos exclusivos, integrando a este distrito como parte de Cuba Occidental desde el punto de vista biogeográfico, relaciona también a Guamuhaya con los distritos Santa Clara y Cienfuegos-Trinidad que ocupa las regiones geomorfológicas Alturas de Sancti Spiritus y Alturas de Trinidad. Sin embargo, señala que Samek (1973)Samek V. 1973. Regiones fitogeográficas de Cuba. Academia de Ciencias de Cuba, Serie Forestal. 15:1-63. y Borhidi (1996)Borhidi A. 1996. Phytogeography and vegetation ecology of Cuba. Akademiai Kiadó, Budapest. ubican ese nodo como parte de Cuba Central y que Acevedo (1989)Acevedo M. 1989. Regionalización geomorfológica. En Nuevo Atlas Nacional de Cuba: Sección IV-4. Instituto de Geografía, Academia de Ciencias de Cuba. ubica esas regiones morfológicas en Cuba Central. Por su parte, Fuentes et al. (2019)Fuentes IM, González-Oliva L, Baró I, González MT, Mancina CA. 2019. Efecto potencial del cambio climático sobre la distribución de plantas asociadas a bosques húmedos del oriente de Cuba. Acta Botánica Cubana. 218: 160-170. evalúan la influencia del cambio climático en bosques húmedos en el macizo Nipe-Sagua-Baracoa y Sierra Maestra obteniendo que el 44% de las especies pudieran perder más del 80% de sus áreas de distribución, cinco podrían ser categorizadas como en Preocupación Menor y ninguna En Peligro Crítico. Sin embargo, la proyección de los modelos que emplearon mostró que en el escenario de mitigación de 22 especies podrían incrementar sus categorías de amenaza y para el caso más catastrófico 36 se harían más sensibles a la extinción.
Pérez et al. (2022)Pérez J, López A, Echevarría R, Oviedo R, González MT, González Oliva L. 2022. Endemismo vegetal en el distrito fitogeográfico Guamuhaya (Cuba Central). Acta Botánica Cubana. 221: https://cu-id.com/2402/v221e03. señalan que las principales relaciones florísticas del macizo (36.7% de táxones comunes) fueron con los distritos de Pinar del Río (sector Cuba Occidental), la planicie Centro-Oriental (sector Cuba Central), la cordillera del Turquino y la Sierra de Nipe (sector Cuba Oriental), Estos autores confirman lo planteado por López et al. (1994a) López Almirall A, Rodríguez M, Cárdenas A. 1994a. El endemismo vegetal de la Cordillera del Turquino (Cuba Oriental). Fontqueria. 39: 395-431.quienes acotan que los endemismos totales en el distrito Guamuhaya tipifican también al distrito de la cordillera del Turquino, López et al. (1994b)López Almirall A, Rodríguez M, Cárdenas A. 1994b. El endemismo vegetal en Moa-Baracoa (Cuba Oriental). Fontqueria. 39: 433-473. señalan semejanza entre a los distritos de Moa-Baracoa y el distrito Guamuhaya y López et al. (1992)López Almirall A, Rodríguez M, Cárdenas A. 1992. El endemismo vegetal en Maisí-Guantánamo (Cuba Oriental). Fontqueria. 36: 399-420. identifican a los endemismos de Guamuhaya con los de Maisí-Guantánamo. También Pérez et al. (2022)Pérez J, López A, Echevarría R, Oviedo R, González MT, González Oliva L. 2022. Endemismo vegetal en el distrito fitogeográfico Guamuhaya (Cuba Central). Acta Botánica Cubana. 221: https://cu-id.com/2402/v221e03. consideran que, en los distritos de la cordillera del Turquino, Sierra Cristal y Santa Catalina del Sector oriental se identifican regiones con abundancia de bosques siempreverdes y pluviales, formaciones vegetales que dominan en el macizo de Guamuhaya y que son similares a los que se presentan en esa región oriental. Estos resultados nos alertan sobre la necesidad de evaluar el posible escenario climático en el territorio, el que facilitará la creación de un adecuado plan que permita la conservación del territorio y sus ecosistemas.
García-Lahera (2017)García-Lahera JP. 2017. Flora vascular amenazada o casi amenazada de la provincia de Sancti Spíritus, Cuba. Acta Botánica Cubana. 216: 3-16. al estudiar la flora vascular de la provincia Sancti Spiritus reporta 29 táxones casi amenazados y 245 amenazados. Mientras Ramírez et al. (2017)Ramírez JA, Castañeda I. 2017. Caracterización de la flora sobre serpentina al norte de la provincia de Sancti Spíritus, Cuba. Acta Botánica Cubana. 216: 42-54. reportan, en la flora sobre serpentinita al norte de la provincia de esa provincia, 27 especies con categoría de amenaza señalando que “las categorías y criterios adoptados invalidan cualquier evaluación anterior del taxon”.
González-Torres et al. (2013)González-Torres LR, Palmarola A, Bécquer E, Berazaín R, Barrios D, Gómez JL. 2013. Las 50 plantas más amenazadas de Cuba. Bissea. 1: 1-106. al reflexionar sobre el estado de amenaza de la flora de Cuba señalan que ella enfrenta un alto grado de amenaza debido a su limitado rango de distribución (i.e., elevado endemismo), altos niveles de especialización, baja capacidad de dispersión y la presencia de poblaciones pequeñas. Gómez et al. (2018)Gómez JL, López D, Sánchez JA, Pernús M. 2018. Hábitat y estructura poblacional del árbol amenazado Vachellia belairioides (Fabaceae): implicaciones para su conservación. Acta Botánica Cubana. 217: 75-84. consideran, además, la ocurrencia de acciones antrópicas como la invasión de especies exóticas, la fragmentación y pérdida de la calidad del hábitat por el desarrollo agrícola, forestal, minero y la ocurrencia de incendios
Berazaín et al. (2005)Berazaín Iturralde R, Areces Berazaín F, Lazcano Lara JC, González-Torres LR. 2005. Lista roja de la flora vascular cubana. Jardín Botánico Atlántico, Gijón. compilan las especies evaluadas hasta esa fecha en la “Lista Roja de la flora vascular cubana” registrando para Cuba 997 táxones amenazados. Lazcano Lara et al. (2005)Lazcano Lara JC, Berazaín R, Leiva AT, Oldfield S. 2005. Memorias del Primer Taller para la Categorización de Árboles Cubanos. 11-13 mayo 2004. Grupo de Especialistas en Plantas de Cuba, Flora & Fauna International. Jardín Botánico Nacional, Ciudad de La Habana. editan las Memorias del Primer Taller para la Categorización de Árboles Cubanos con la información de 1414 táxones, de los cuales el 70.5% tenía algún grado de amenaza y González-Torres et al. (2007González-Torres LR, Leiva Sánchez AT, Rankin Podríguez R, Palmarola Bejerano A. 2007. Categorización preliminar de táxones de la flora de Cuba - 2007. Editorial Feijóo. Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana, La Habana., 2008González-Torres LR, Rankin R, Leiva AT, Palmarola A. 2008. Categorización preliminar de táxones de la flora de Cuba-2008. Bissea. 2 (NE):1-75., 2009González-Torres LR, Rankin R, Leiva AT, Barrios D, Palmarola A. 2009. Categorización preliminar de táxones de la flora de Cuba-2009. Bissea. 3 (NE): 1-118.) realizan la categorización preliminar de táxones de la flora de Cuba.
Elzinga et al. (1998)Elzinga CL, Salzer DW, Willoughby JW. 1998. Measuring and monitoring plant populations. Bureau of Land Management, California. y Sánchez et al. (2019)Sánchez JA, Pernús M, Torres-Arias Y, Barrios D, Dupuig Y. 2019. Dormancia y germinación en semillas de árboles y arbustos de Cuba: implicaciones para la restauración ecológica. Acta Botánica Cubana. 218: 77-108. señalan que el manejo de las plantas amenazadas cubanas está limitado por la carencia de información en la mayoría de las especies sobre su estructura poblacional, biología reproductiva, estrategia regenerativa, respuesta frente a disturbios y al cambio climático. En particular, se proponen que las formas más rápidas y económicas de obtener información útil para su conservación son los estudios de la estructura poblacional por clases de estado del ciclo de vida (Elzinga et al., 1998Elzinga CL, Salzer DW, Willoughby JW. 1998. Measuring and monitoring plant populations. Bureau of Land Management, California.), y el incremento de estudios de ecofiologia de la germinación de especies nativas amenazadas (Sánchez et al., 2019Sánchez JA, Pernús M, Torres-Arias Y, Barrios D, Dupuig Y. 2019. Dormancia y germinación en semillas de árboles y arbustos de Cuba: implicaciones para la restauración ecológica. Acta Botánica Cubana. 218: 77-108.).
Los táxones amenazados por familias en el macizo Guamuhaya evidencian que la mayoría de las familias (89.5%) están escasamente representadas. De las familias citadas entre las más numerosas en la Lista Roja-2016 (González et al., 2016González-Torres LR, Palmarola A, González Oliva L, Bécquer ER, Testé E, Barrios D. 2016. Lista roja de la flora de Cuba. Bissea. 10 (NE 1): 1-352.), se presentan en el macizo: Melastomataceae 6.4%, Fabaceae 5.7%, Euphorbiaceae y Orchidaceae 3%, Rubiaceae y Malpighiaceae 2.9%, Asteraceae 2.4%, Boraginaceae 2%, Myrtaceae y Poaceae 1.8%, Apocynaceae 0.1%. Sin embargo, en esa Lista no se incluye Urticaceae, pero en este territorio representa el 3.5% de especies amenazadas.
El endemismo de las familias con especies amenazadas representa el 20% del total; se presentan el 20.9% A, 10.7% CR, 6.7% EN, 3.5% VU. López Almirall (1998López Almirall A. 1998. Origen probable de la flora cubana. En Halffter G. (ed.), La diversidad biológica de Iberoamérica, 83-108, Acta Zoológica Mexicana., 2013López Almirall A. 2013. Contribución al catálogo de flora cubana: endemismos de suelos derivados de ofiolitas. Botanica Complutensis. 37: 139-156.) señalan que con la complejidad del relieve en los ecosistemas montañosos aumenta la riqueza de especies y endemismos, resaltando que también la aridez los favorece. Berazaín et al. (2005)Berazaín Iturralde R, Areces Berazaín F, Lazcano Lara JC, González-Torres LR. 2005. Lista roja de la flora vascular cubana. Jardín Botánico Atlántico, Gijón. señalan que las familias que poseen la mayor cantidad de táxones amenazados son las que contienen mayor número de táxones en la flora de Cuba. Sin embargo, en este territorio las familias con numerosos táxones no siempre contienen la mayor cantidad de especies amenazadas como ocurrió con Asteraceae 13.5%, Rubiaceae el 20%, Fabaceae 22.7%. González et al. (2016)González-Torres LR, Palmarola A, González Oliva L, Bécquer ER, Testé E, Barrios D. 2016. Lista roja de la flora de Cuba. Bissea. 10 (NE 1): 1-352. al reflexionar sobre la flora cubana señalan que se encuentra catalogada entre las siete islas con mayor porcentaje de endemismo en el planeta.
En el macizo entre los helechos listados se localizaron varias familias con táxones amenazados: Dryopteridaceae con Ctenitis santae-clarae (C. Chr.) Ching, (Endemismo CR), Polystichum rhizophyllum subsp. cubense (Mickel) Morejón (Endemismo, CR), Rumohra adiantiformis (G. Forst.) Ching (EN); Pteridaceae con Adiantum philippense L. y Pityrogramma williamsii Proctor (CR), Pityrogramma eggersii (Christ) Maxon, P. sulphurea (Sw.) Maxon y P. trifoliata (L.) R. M. Tryon (EN), Notholaena trichomanoides (L.) Desv. (VU). Sánchez (2021)Sánchez C. 2021. Inventario de los licófitos y helechos de Cuba: sinonimia, distribución y estado de conservación. Revista del Jardín Botánico Nacional. 42: 1-53. reporta familias de helechos con varios táxones amenazados: en Dryopteridaceae 36 CR, 17 EN, 1 VU; Polypodiaceae 38 CR, 2 EN, 2 VU; Pteridaceae 28 CR, 18 EN, 3 VU. Thelypteridaceae 13 CR, 19 EN, 3 VU; Hymenophyllaceae 13 CR, 1 EN, 3 VU.
De los principales géneros reportados en la Lista Roja están amenazados en Guamuhaya Thelypteris con el 15.9% de táxones, Miconia 11.6%, Pilea 8.1%, Rondeletia 5.5%, Psychotria y Croton 1.8%, Eugenia 0.9%, Malpighia 0.1%. Sin embargo, en este territorio también sobresalen especies amenazadas de los géneros Asplenium (4.4%), Pleurothallis (2.7%) y Erythroxylum (1.8%). Fuentes y Oviedo (2022)Fuentes IM, Oviedo R. 2022. Distribución de especies de Erythroxylum amenazadas en Cuba. Acta Botánica Cubana. 221: https://cu-id.com/2402/v221e09. reportan la relocalizaron de poblaciones de Erythroxylum clarense Borhidi y E. banaoense Oviedo en Los Tornos y Los Manantiales; E. clarense, categorizada como VU, solo se conoce de las montañas de Trinidad y lomas de Banao, E. areolatum L. y E. havanense Jacq. en El Tibisial, lomas de Banao, E. banaoense, categorizada como CR, en parches de afloramientos cársicos en El Tibisial, lomas de Banao reportada por Oviedo et al. (2015)Oviedo R, Bécquer ER, González-Torres LR. 2015. Erythroxylum clarense. Bissea. 9: 284..
CONCLUSIONES
⌅El reporte de táxones amenazados en el macizo montañoso Guamuhaya, muchos de ellos endemismos, aporta una línea base de conocimiento y es un robusto indicador para la valoración de su conservación; el estado de conservación de sus ecosistemas es inferior al observado en la cordillera de Guaniguanico. Estos resultados advierten sobre la necesidad de incrementar los esfuerzos para detener su deterioro, efectuar acciones que permitan proteger sus recursos naturales con la finalidad de conservar el territorio, la diversidad biológica y los ecosistemas, promoviendo estudios ecológicos, profundizando en la historia natural de las especies y sus poblaciones, así como manteniendo un estricto monitoreo de la flora amenazada.